¿Así que has recibido un correo (no solicitado) de una revista que te invitan a colaborar con artículo sobre paleontología pero eres abogado? Salvo que los dinosaurios también tuvieran problemas legales de tipo agrario, territorial o incluso civil...parecería un poco raro recibir este tipo de invitaciones.
Si a pesar de la extrañeza decides seguir, sobre todo cuando te dicen que están a punto de cerrar un volumen y "...Hence, I have chosen some eminent people like you to supporting us to release the issue successfully", y no lo neguemos, ¡lo de eminent tiene su gancho!, pero sobre todo las atractivas modalidades del trabajo que van desde el típico artículo científico hasta una modesta "mini revisión" sobre un tema (mira que pudo haber existido un Tiranosaurio rex metido en problemas legales por crímenes pasionales).
Total que remites el documento conforme al estilo editorial de la "revista" (es decir, apenas un encabezado, números de página y tamaño de letra, olvídate de la APA) y a los pocos días (¡claro que es posible descreídos!) te dicen que el documento ya pasó la revisión por pares, pero como es de acceso abierto... hay que aportar una cuota simbólica "...the actual publication cost for Mini review in our Journal is $548", es decir, el énfasis no se da en la pertinencia del documento si no en tus posibilidades de pagar la cuota.
Uhmmm va a ser que los problemas jurídicos de los dinosaurios tendrán que esperar, y es que aún cuando se entiende que hay una cada vez mayor presión entre los académicos por publicar, quizás esta no sea la mejor opción, sobre todo porque tu reputación sería cuestionada al aparecer tu nombre en este tipo de "revistas académicas predatorias", las cuales pueden definirse como: un modelo comercial de publicación de acceso abierto que implica el cobro de tarifas de publicación a los autores (en lugar de a los lectores) sin proporcionar los servicios editoriales y editoriales asociados con las publicaciones legítimas (de acceso abierto o no), existiendo por lo tanto grandes posibilidades que dichas revistas se caractericen por publicar material de baja calidad.
El término fue acuñado por Jeffrey Beall, académico y bibliotecario de la Universidad de Colorado Denver, quien desde el año 2008 se dio a la tarea de publicar y mantener actualizado un listado de "potenciales, posibles o probables" editoriales depredadores en la página: scholarlyoa.com (sitio ahora inexistente por razones no del todo claras), tales publicaciones suelen caracterizarse por:
- Enviar mensajes masivos (spam) a cuentas de académicos y los destinatarios suelen ser investigadores de campos no relacionados con la publicación de la cual procede la invitación. Estos correos electrónicos pueden solicitar presentaciones de conferencias, documentos o manuscritos de libros, o incluso invitaciones para pertenecer a juntas editoriales de revistas.
- Su proceso de arbitraje es de baja calidad o inexistente.
- En caso de aceptar el documento (lo cual suele ser la norma), piden a cambio de la publicación sumas cuantiosas de varios cientos de dólares, justificándose en que al ser de acceso abierto, dicha cuota ayuda a mantener operativa la revista.
- Tener malas prácticas editoriales: plagio de imágenes o de información de otros medios, falsas afirmaciones de contar con la asistencia de científicos reconocidos.
¿Quieres saber si la revista a la que deseas remitir es predatoria? Aquí un hiperenlace con un listado
Queda pendiente discutir el tema de la retractación de publicaciones, en una próxima entrada hablaremos al respecto.
Por lo pronto comparto un vídeo que documenta el trabajo de Beall y de otros colegas contra esta mala praxis editorial.