Traducido al español como "El libro que dice la verdad" es el primer libro de Claude Vorilhon, mejor conocido como Rael, el fundador del movimiento raeliano.
La razón para hablar sobre él en este post se debe a que recientemente leí un artículo sobre el mesianismo aparecido en el último número de la revista Muy Interesante. En él tratan sobre el fenómeno del mesianismo, mismo que curiosamente se presenta con mayor regularidad en el seno de las religiones mayoritarias (judaísmo, cristianismo, budismo). Básicamente lo que define al mesianismo dentro de la cosmovisión religiosa particular, es la creencia de que un personaje terrenal (que asume el rol de redentor) vinculado o emparentado con Dios conducirá al mundo o a un grupo aislado, a una sociedad utópica primigenia y por tanto les liberará de las tribulaciones presentes.
De entrada esta creencia parece remediar lógicamente lo que en apariencia es un fallo de la divinidad de que se trate cuando se trata de sus creaciones humanas. En el génesis de la humanidad el creador es todopoderoso y omnipotente y por tanto sus creaciones las ha hecho a su imagen y semejanza, pero resulta llamativo que ni siquiera él podía evitar que los humanos distasen tanto de la perfección de la cual proceden y por tanto se viesen encarrilados constantemente en una vertiginosa espiral de imperfecciones.
Por ello las intervenciones divinas para remediarlo han sidodirectas mediante cataclismos naturales que "reseteen" la humanidad (los ejemplos van desde los mitos de los diluvios,las explosiones atómicas, etc.) e indirectas, enviando representantes las más de las veces con apariencia excéntrica y con ideas estrafalarias -obviamente esto obra en contra del prestigio de la divinidad remitente-.
Pues bien, fuera de las interpretaciones sociológicas y antropológicas que se le pueden dar a este fenómeno creo que la psicología puede aportar muchas pistas para su interpretación, en primera instancia queda claro que el mesianismo se enmarca dentro del fenómeno del liderazgo puesto que existe un líder con sus correspondientes seguidores, de hecho parece bastante obvia esta última aseveración pero mucha gente olvida que para que exista un líder forzosamente tiene que existir alguien que lo reconozca como tal, independientemente del mote que le acompañe: Il Duce, Fürher, Caudillo, alteza serenísima, gober precioso, etc.
Entonces nos encontramos frente a una relación diádica donde cada parte a nivel individual posee rasgos distintivos que explican esa codependencia, misma que en el fenómeno del mesianismo sobrepasa la creencia religiosa rayando en el abierto fanatismo.
Por la parte del líder (al decir líder me refiero a hombres y mujeres para que luego no se molesten algunas poderosas líderes sindicales ¿eh?) existe claramente una dimensión carismática propuesta inicialmente por Weber, aludiendo a una persona altamente estimada a la cual se le creía dotada de cualidades ejemplares o extraordinarias.
¿Pero constituye el carisma por sí sólo la condición para definir la relación de liderazgo? A decir de Conger y Kanungo (1998) también existe la necesidad de los seguidores de identificarse con el líder, podemos decir en términos coloquiales que "se junta el hambre con el pan".
Y para tratar de entender la psicología individual del líder carismático, la investigación nos dice que suele identificarse como una persona radical, poco convencional, tomadora de riesgos, visionaria, emprendedora y ejemplar. En su conjunto estas características polarizan a sus detractores en quienes inspira odio y oposición, y a sus defensores, en quienes despierta devoción y admiración. El efecto derivado de esta polarización de posturas hacia su persona parece provocar un efecto de congruencia en el entramado ideológico que pretende enarbolar y por lo tanto legitima su figura de autoridad.
Pero una vez lograda y afianzada esta relación más diádica que de grupo ¿Qué resultados podemos esperar producto de esta dinámica? Como apunta Howell (1988) existirían en este punto dos tipos de líder carismático, por un lado aquél identificado como "líder carismático individualizado" quien usa sus poderes de persuasión para lograr la sumisión y obediencia de los seguidores, y en contraste surge el "líder carismático social", quien esta más orientado a servir a los demás al desarrollar metas comunes con los seguidores e inspirarles en el logro de las mismas.
En mi opinión parece ser que los lideres carismáticos individualizados son los que más predominan en los movimientos mesiánicos, y esto es preocupante ya que la patología mental de dichos sujetos aunada a la predisposición de quienes les siguen puede suponer una influencia nociva y potencialmente letal, basta con recordar algunos ejemplos para dar muestras de ello: el suicidio colectivo en Jonestown, la tragedia de los davidianos, el suicidio de los seguidores de la puerta del cielo, etc.
Creo que resta mucho por decir al respecto, sería interesante adentrarnos en conocer la patología individual de este tipo de líderes y enseguida explicar la vulnerabilidad psicológica de los seguidores, pues en su comprensión reside la respuesta a cómo brindar apoyo a quienes hayan sido víctimas de estos falsos mesías.
A continuación les comparto un vídeo de una de las primeras entrevistas que le hicieron a Rael, a ver si alguno de ustedes apunta algo de su conducta digno de diseccionar para ir armando un diagnóstico, pero tampoco esta demás destacar la ingeniosa socarronería del público que le increpó cuestionamientos como el siguiente "Usted dice que los Elohim no se reproducen pero tienen sexo ¿Qué métodos anticonceptivos usan entonces?" Y si bien mucho de lo que dice este sujeto mueve a la hilaridad por sus planteamientos tan ridículos quizás esa risa venga a menos cuando nos damos cuenta que cuenta con miles de seguidores alrededor del mundo, en fin, vean y juzguen por sí mismos:
La razón para hablar sobre él en este post se debe a que recientemente leí un artículo sobre el mesianismo aparecido en el último número de la revista Muy Interesante. En él tratan sobre el fenómeno del mesianismo, mismo que curiosamente se presenta con mayor regularidad en el seno de las religiones mayoritarias (judaísmo, cristianismo, budismo). Básicamente lo que define al mesianismo dentro de la cosmovisión religiosa particular, es la creencia de que un personaje terrenal (que asume el rol de redentor) vinculado o emparentado con Dios conducirá al mundo o a un grupo aislado, a una sociedad utópica primigenia y por tanto les liberará de las tribulaciones presentes.
De entrada esta creencia parece remediar lógicamente lo que en apariencia es un fallo de la divinidad de que se trate cuando se trata de sus creaciones humanas. En el génesis de la humanidad el creador es todopoderoso y omnipotente y por tanto sus creaciones las ha hecho a su imagen y semejanza, pero resulta llamativo que ni siquiera él podía evitar que los humanos distasen tanto de la perfección de la cual proceden y por tanto se viesen encarrilados constantemente en una vertiginosa espiral de imperfecciones.
Por ello las intervenciones divinas para remediarlo han sidodirectas mediante cataclismos naturales que "reseteen" la humanidad (los ejemplos van desde los mitos de los diluvios,las explosiones atómicas, etc.) e indirectas, enviando representantes las más de las veces con apariencia excéntrica y con ideas estrafalarias -obviamente esto obra en contra del prestigio de la divinidad remitente-.
Pues bien, fuera de las interpretaciones sociológicas y antropológicas que se le pueden dar a este fenómeno creo que la psicología puede aportar muchas pistas para su interpretación, en primera instancia queda claro que el mesianismo se enmarca dentro del fenómeno del liderazgo puesto que existe un líder con sus correspondientes seguidores, de hecho parece bastante obvia esta última aseveración pero mucha gente olvida que para que exista un líder forzosamente tiene que existir alguien que lo reconozca como tal, independientemente del mote que le acompañe: Il Duce, Fürher, Caudillo, alteza serenísima, gober precioso, etc.
Entonces nos encontramos frente a una relación diádica donde cada parte a nivel individual posee rasgos distintivos que explican esa codependencia, misma que en el fenómeno del mesianismo sobrepasa la creencia religiosa rayando en el abierto fanatismo.
Por la parte del líder (al decir líder me refiero a hombres y mujeres para que luego no se molesten algunas poderosas líderes sindicales ¿eh?) existe claramente una dimensión carismática propuesta inicialmente por Weber, aludiendo a una persona altamente estimada a la cual se le creía dotada de cualidades ejemplares o extraordinarias.
¿Pero constituye el carisma por sí sólo la condición para definir la relación de liderazgo? A decir de Conger y Kanungo (1998) también existe la necesidad de los seguidores de identificarse con el líder, podemos decir en términos coloquiales que "se junta el hambre con el pan".
Y para tratar de entender la psicología individual del líder carismático, la investigación nos dice que suele identificarse como una persona radical, poco convencional, tomadora de riesgos, visionaria, emprendedora y ejemplar. En su conjunto estas características polarizan a sus detractores en quienes inspira odio y oposición, y a sus defensores, en quienes despierta devoción y admiración. El efecto derivado de esta polarización de posturas hacia su persona parece provocar un efecto de congruencia en el entramado ideológico que pretende enarbolar y por lo tanto legitima su figura de autoridad.
Pero una vez lograda y afianzada esta relación más diádica que de grupo ¿Qué resultados podemos esperar producto de esta dinámica? Como apunta Howell (1988) existirían en este punto dos tipos de líder carismático, por un lado aquél identificado como "líder carismático individualizado" quien usa sus poderes de persuasión para lograr la sumisión y obediencia de los seguidores, y en contraste surge el "líder carismático social", quien esta más orientado a servir a los demás al desarrollar metas comunes con los seguidores e inspirarles en el logro de las mismas.
En mi opinión parece ser que los lideres carismáticos individualizados son los que más predominan en los movimientos mesiánicos, y esto es preocupante ya que la patología mental de dichos sujetos aunada a la predisposición de quienes les siguen puede suponer una influencia nociva y potencialmente letal, basta con recordar algunos ejemplos para dar muestras de ello: el suicidio colectivo en Jonestown, la tragedia de los davidianos, el suicidio de los seguidores de la puerta del cielo, etc.
Creo que resta mucho por decir al respecto, sería interesante adentrarnos en conocer la patología individual de este tipo de líderes y enseguida explicar la vulnerabilidad psicológica de los seguidores, pues en su comprensión reside la respuesta a cómo brindar apoyo a quienes hayan sido víctimas de estos falsos mesías.
A continuación les comparto un vídeo de una de las primeras entrevistas que le hicieron a Rael, a ver si alguno de ustedes apunta algo de su conducta digno de diseccionar para ir armando un diagnóstico, pero tampoco esta demás destacar la ingeniosa socarronería del público que le increpó cuestionamientos como el siguiente "Usted dice que los Elohim no se reproducen pero tienen sexo ¿Qué métodos anticonceptivos usan entonces?" Y si bien mucho de lo que dice este sujeto mueve a la hilaridad por sus planteamientos tan ridículos quizás esa risa venga a menos cuando nos damos cuenta que cuenta con miles de seguidores alrededor del mundo, en fin, vean y juzguen por sí mismos: