.Como decíamos ayer...
Pfff ha pasado un tiempo sin darle vida al blog, y no por falta de tema, sino paradójica mente de tiempo. A tenor de una noticia que leí con gran estupor, consideré oportuno hacer un par de reflexiones que espero poder ampliar en subsecuentes oportunidades puesto que el tema da para mucho.
Se trata de la letal moda de los "retos online"... Primero que nada me encantaría decir que, dada su estúpida naturaleza, se trataría de casos aislados, pero resulta que no, ya que estos "desafíos" suelen ser imitados por cientos de personas (normalmente jóvenes y/o niños) que o acusan una incapacidad de valorar riesgos o son presas fáciles de la presión grupal con miras a lograr la aceptación y/o popularidad entre sus pares.
Lo peor es que debido a la globalización dichos materiales audiovisuales están disponibles con suma rapidez y con la misma rapidez ser replicados en varios países (por ello lo de viral).
La variedad de retos suele implicar la auto lesión o lesionar a otros (presencial o virtualmente), en contadas ocasiones los retos se relacionan con conductas prosociales o de autoayuda (p. ej. el reto de la cubeta de hielo).
Aunque el listado de retos es extenso (y lamentablemente en aumento), vale la pena mencionar algunos a modo de ejemplo:
Pfff ha pasado un tiempo sin darle vida al blog, y no por falta de tema, sino paradójica mente de tiempo. A tenor de una noticia que leí con gran estupor, consideré oportuno hacer un par de reflexiones que espero poder ampliar en subsecuentes oportunidades puesto que el tema da para mucho.
Se trata de la letal moda de los "retos online"... Primero que nada me encantaría decir que, dada su estúpida naturaleza, se trataría de casos aislados, pero resulta que no, ya que estos "desafíos" suelen ser imitados por cientos de personas (normalmente jóvenes y/o niños) que o acusan una incapacidad de valorar riesgos o son presas fáciles de la presión grupal con miras a lograr la aceptación y/o popularidad entre sus pares.
Lo peor es que debido a la globalización dichos materiales audiovisuales están disponibles con suma rapidez y con la misma rapidez ser replicados en varios países (por ello lo de viral).
La variedad de retos suele implicar la auto lesión o lesionar a otros (presencial o virtualmente), en contadas ocasiones los retos se relacionan con conductas prosociales o de autoayuda (p. ej. el reto de la cubeta de hielo).
Aunque el listado de retos es extenso (y lamentablemente en aumento), vale la pena mencionar algunos a modo de ejemplo:
- Reto de la canela
- Reto de la sal y el hielo
- Reto del condón -del que fue triste(¿patética?)mente célebre una joven celebrity mexicana-
- Reto de la ballena azul
- Reto de los labios gruesos
- Reto del fuego
- Reto del agua hirviendo
- Y muy recientemente... el reto de las cápsulas de detergente, a continuación una muestra:
En el post original de 2017 comentaba el reto del agua hirviendo, y compartía un video donde un joven recibe involuntariamente en su espalda un doloroso balde de agua hirviendo por parte de su hermana, al final de la secuencia se muestran las terribles quemaduras la piel de la víctima. Sinceramente esperaba que la tendencia fuese a la baja con el tiempo, pero al parecer nuevos y peligrosos "retos" aparecen en redes sociales desafiando no sólo al sentido común, sino al ¡mismísimo sentido de supervivencia del ser humano!
Qué duda cabe que este fenómeno cuenta con múltiples aristas y definitivamente amerita ser abordado seriamente. Desde el experimento del muñeco Bobo, Bandura y sus colegas advirtieron el potencial efecto pernicioso del aprendizaje por imitación, que en su momento se refería a la influencia de los medios masivos sobre la conducta agresiva de los menores. Quizás no imaginaron cuán masivos y cuán diversos serían esos medios hoy en día.
Considero que restarle importancia al tema sería tanto como considerarlo parte de las locuras de juventud, en lugar de ello cabría preguntarse ¿Cuál es la prevalencia entre la población mexicana? ¿Qué los motiva a llevar a cabo esa conducta? ¿Existen diferencias por género? ¿Cuál es la tipología de retos y su frecuencia? ¿Se pueden usar los mismos mecanismos para promover conductas prosociales?
Seguiremos al pendiente...
Qué duda cabe que este fenómeno cuenta con múltiples aristas y definitivamente amerita ser abordado seriamente. Desde el experimento del muñeco Bobo, Bandura y sus colegas advirtieron el potencial efecto pernicioso del aprendizaje por imitación, que en su momento se refería a la influencia de los medios masivos sobre la conducta agresiva de los menores. Quizás no imaginaron cuán masivos y cuán diversos serían esos medios hoy en día.
Considero que restarle importancia al tema sería tanto como considerarlo parte de las locuras de juventud, en lugar de ello cabría preguntarse ¿Cuál es la prevalencia entre la población mexicana? ¿Qué los motiva a llevar a cabo esa conducta? ¿Existen diferencias por género? ¿Cuál es la tipología de retos y su frecuencia? ¿Se pueden usar los mismos mecanismos para promover conductas prosociales?
Seguiremos al pendiente...